Brígida Sappietro, ejemplo de participación y acción ciudadana





Brígida Sappietro tiene 82 años, nació en el pueblo Butera, Italia, pero desde muy pequeña vive en la Ciudad de Buenos Aires, más precisamente en la calle Pedernera del barrio de Flores. Su paso por este suelo no ha sido intrascendente, ya que esta mujer un ejemplo de participación y acción ciudadana. Así lo saben la mayoría de los vecinos a quienes se les pregunta por ella. “Brígida es una institución en Flores”, es la frase que más resuena.

Al contactarla para hacerle una entrevista para el Boletín Digital de Información del Departamento de Prensa del CGPC7, se mostró tan entusiasmada que al recibirnos nos esperaba con una muy grata sorpresa: había comprado sandwiches de miga para convidarnos.

“La casa es chica pero el corazón grande” aclaró ni bien entramos a departamento, pequeño por cierto, pero colmado de adornos. Las distinciones que recibió a lo largo de su trayectoria, ocupan casi todos los compartimentos de sus muebles: cajones, estantes, mesitas, carpetas: todo lleno de interminables galardones que van desde una placa-homenaje del Senado de la Nación o la distinción como Líder de Flores en el año 2001, hasta el diploma que le otorga el título de Consiglieri de la Argentina por la Confederación Italiana en el Mundo.

De profesión peluquera, fue nombrada Madre de la Policía Federal y siempre estuvo ligada a acciones de solidaridad, como la entrega de sillas de ruedas, o de comida, ropa, libros y medicamentos, a instituciones o gente carenciada de nuestra comuna y del interior del país.

Cuando le pedimos que nos cuente qué cosas ya no son igual a las de antes, a los años de su juventud, lo primero que menciona son los grandes corsos de la Ciudad, los festejos de fin de año y la navidad en la calle, con todos los vecinos, ¡con grandes y chicos tomando cerveza!, “Y nadie se emborrachaba”, asegura, y enseguida destaca: “Hoy no hay infancia, no hay amistad, casi no hay vecindad, no hay adolescencia ni juventud, todo es lo mismo y de veraz parece que vivimos en un carnaval”.

La seguridad es otro tema que le preocupa: “Antes había casos, por supuesto, pero realmente eran aislados y todo el mundo conocía a quién cometía un delito. Hoy te matan por nada y quienes lo hacen enseguida recuperan la libertad”.

Presidenta de la Asociación de Jubilados Scicilia Eterna y del Centro Gente Linda de Flores, es consciente y lleva con orgullo su buena fama. “Todo el mundo me dice: vos sos una institución en Flores. Yo no me la creo. Pero sé que hice y hago mucho bien”.

Entre nuestros vecinos más queridos y representativos del barrio, es fácil adivinar que el nombre de Brígida Sappietro ocupará siempre un lugar preponderante. Igual que los sandwiches de miga que nos convidó, que terminaron de convencernos de la bondad de esta mujer que todavía, sin dudas, tiene mucho para dar.

 


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